Es hermoso cuando no te fuerza una necesidad...
sino cuando tu impulso propio se sostiene en un deseo.
Muerte y desatino
Muere mi vida, muere mi piel infernal...
mueren mis horas no cubiertas por el espacio temporal...
mueren mis desaciertos predecibles y hasta los inciertos...
muere mi mal, mi bien y, hasta el fin, mis desganas de luchar.
mueren mis horas no cubiertas por el espacio temporal...
mueren mis desaciertos predecibles y hasta los inciertos...
muere mi mal, mi bien y, hasta el fin, mis desganas de luchar.
Recuerdos
Hoy ha sido un difícil día de recuerdos:
Recuerdo cuando acariciaba tus cabellos con mis besos;
Recuerdo que te miraba en cada chica y enojabas tu mirada conmigo por decir que ellas se parecían tanto a ti, y ahora me lo explico todo, te veía en cada cosa, en cada persona, porque eras todo en lo que pensaba;
Recuerdo cada día en que andábamos por las calles pensando solamente en un mundo de los dos, callados muchas veces, sonriendo, pero aunque en silencio, se comprendía entre nos, lo que nuestras lenguas no emitían, porque cuando ellas se enredaban no importaba el tiempo de las cosas, y toda palabra no antes dicha se impregnaba en mi garganta;
Recuerdo, también, cada noche separados por distancias, por problemas sin sentido, a la vez ambos buscando la manera de acortar;
Recuerdo, hoy que es tarde de olvido, que aunque hayamos decidido separarnos por un supuesto bien, desearía que el pasado no existiera, no para sacarte de mi mente ipso facto, contrariamente, no tenerte que olvidar.
Recuerdo cuando acariciaba tus cabellos con mis besos;
Recuerdo que te miraba en cada chica y enojabas tu mirada conmigo por decir que ellas se parecían tanto a ti, y ahora me lo explico todo, te veía en cada cosa, en cada persona, porque eras todo en lo que pensaba;
Recuerdo cada día en que andábamos por las calles pensando solamente en un mundo de los dos, callados muchas veces, sonriendo, pero aunque en silencio, se comprendía entre nos, lo que nuestras lenguas no emitían, porque cuando ellas se enredaban no importaba el tiempo de las cosas, y toda palabra no antes dicha se impregnaba en mi garganta;
Recuerdo, también, cada noche separados por distancias, por problemas sin sentido, a la vez ambos buscando la manera de acortar;
Recuerdo, hoy que es tarde de olvido, que aunque hayamos decidido separarnos por un supuesto bien, desearía que el pasado no existiera, no para sacarte de mi mente ipso facto, contrariamente, no tenerte que olvidar.
Oración libidinosa
Hazme tuyo de noche y de día...
Roza mi piel en el alba, y muere en las lágrimas del último suspiro.
Amén.
Roza mi piel en el alba, y muere en las lágrimas del último suspiro.
Amén.
El día de hoy
La vida está llena de caminos que te conducen donde empezaste... tropiezas mil veces con errores que uno mismo forja.
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